lunes, 12 de noviembre de 2012

BDP


El tiempo sigue arañando mi corazón sincero. Y no me apetece soltar mas lagrimas que se sequen cuando se rompen en el suelo. No quiero sufrir mas por estos sentimientos que me empujan a un vació desconsolador, sin besos.
Estas en cada uno de mis sueños y en cada uno de mis anhelos. Estas en mis ilusiones y estas en mis miedos. Estas al final de mi camino, en el horizonte de mi deseo. Sin embargo, yo quiero que estés aquí, en este momento. Y en todos los momentos. Y no te veo. No, no te veo.
¿Porque es tan difícil?¿Porque no me atrevo a ir mas allá de estos estúpidos textos? Tu sigues con tu vida y yo continuo mi paseo por la orilla de mi sombra, que oculta mi verdadero secreto.
Me encantaría que recogieras cada uno de los pedazos de mi corazón y los acaricias haciéndolos tuyos. Quiero ser para ti, y que me quieras tanto que le duela al dolor. Un agridulce dolor. Ojala fuera así. Ojala me atreviera a robarte un beso y mirar hacia el futuro en tu mismo espejo. Un futuro de la mano, sin miedos.
No se que hacer, como hablarte, que decirte. Si me atreviera a contarte como pienso, como amo, como deseo, como quiero... Si me atreviera a buscar en tus ojos lo que tanto, y tanto, y tanto sufrimiento me causa... Da lo mismo porque esto seguirá así, porque soy cobarde. Soy incapaz de atreverme a revelar mi autentico yo. Soy como una tortuga pequeña en medio del desierto. Sin agua, sin fuerzas, sin seso. Dentro de un caparazón demasiado minúsculo y del que no se salir, en el que poco a poco me muero. Necesito razones y tu mano para tirar de mi y demostrarle al mundo que existo. Que existimos. Aunque sea en pleno desierto. Ojala tuviera poderes magicos y pudiera concederme a mi misma un deseo. Me conformo con un deseo. Conseguir un beso tuyo. Y es que lo necesito para saber si todo aquello por lo que estoy muriendo merece la pena. Porque tu lo eres todo y, sin ti, no me quedara el mas mínimo recuerdo.